Razones para realizar el procedimiento
La causa más frecuente de amputación es una mala circulación. El estrechamiento y el daño a las arterias provoca la falta de circulación (esto se conoce también como enfermedad arterial periférica). Aproximadamente entre 8 y 12 millones de personas tienen enfermedad arterial periférica (PAD, por sus siglas en inglés) y el 75 por ciento no presenta síntomas. La enfermedad arterial periférica, que se presenta con mayor frecuencia en personas entre 50 y 75 años de edad, generalmente es consecuencia de la diabetes o de la aterosclerosis (formación de placas dentro de las paredes arteriales). Cuando los vasos sanguíneos se dañan y el flujo sanguíneo se deteriora en las extremidades, el tejido comienza a morir y puede infectarse.
También puede realizarse una amputación en caso de infecciones agudas o crónicas que no respondan a los antibióticos o desbridamiento quirúrgico (extirpación de tejido muerto o dañado). En algunos casos, es posible que se realice un procedimiento de amputación debido a un neuroma (engrosamiento del tejido nervioso que se puede desarrollar en varias partes del cuerpo), congelación, u obstrucción arterial.
Riesgos del procedimiento
Los pacientes con diabetes, afecciones cardíacas, o infecciones presentan un mayor riesgo de tener complicaciones en una amputación que las personas que no presentan estas condiciones. Las lesiones traumáticas graves aumentan el riesgo de complicaciones. Además, es más probable que las personas a las cuales se les realiza una amputación por encima de la rodilla tengan un estado de salud deteriorado, con lo cual, estas cirugías pueden ser más riesgosas que las amputaciones por debajo de la rodilla.
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